jueves, 29 de abril de 2010

Poesía al vuelo

Esta mañana un insecto me ha recordado a Serrat y este a su vez a Machado. Lo comparto:

Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.

¡Oh, viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!

¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!

Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,

-que todo es volar-, sonoras
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,

de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada,

de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado

sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.

Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.

Entre libros

Me pasaron estas vacaciones un libro con una especial recomendación. Tras su lectura me zambullí en la búsqueda de información acerca de su autor y las circunstancias que rodean a la obra. Os dejo con Eduardo Lago y su Llámame Brooklyn.

EDUARDO LAGO

Vida y obra

Nace en Madrid (1954). Tras pasar la mayor parte de su vida en esta ciudad se traslada con carácter definitivo a Nueva York donde vive desde hace casi 25 años. Para él “no hay patria sin idioma”. Asegura que cuando llegó a NY fue muy bien acogido, pero que ha echado de menos “la proximidad al castellano, pues se hace difícil escribir una novela alejado de tu propia lengua”. Al recibir el premio ha recordado la experiencia del poeta polaco Milos, exiliado en EEUU y que nunca quiso escribir en inglés porque “la lengua era la única patria que le quedaba”.
Colaborador de diversos medios periodísticos españoles, en 2001 obtuvo el Premio de Crítica Literaria Bartolomé March por un estudio sobre las traducciones al español de Ulises, de James Joyce. Doctor en literatura por la Universidad de la Ciudad de Nueva York, Eduardo Lago es profesor en la prestigiosa universidad Sarah Lawrence College. Llámame Brooklyn es su primera novela.

El autor ha señalado la dificultad que le supuso la estructura del libro, pues está concebido como “una constelación de historias que convergen: una historia de amor, amistad y soledad, así como un canto al misterio y el poder de la palabra escrita”.


Datos bibliográficos y argumentales

Editado por Ediciones Destino en la colección Áncora y Delfín en el volumen 1050 (397 páginas)
Publicado en Barcelona en febrero de 2006.
Ha conseguido la 62ª edición del Premio Nadal, dotado con 18.000 euros.

Es la historia de un periodista de NY, Néstor, que recibe la noticia de que su amigo Gal Ackerman, 25 años mayor que él, ha muerto. Esto le obliga a cumplir un pacto tácito: rescatar de entre centenares de cuadernos abandonados por su amigo en un moter de Brooklyn una novela a medio terminar y entregarla a una única lectora, la rusa Nadia Orlov, de quien hace años nadie sabe nada.


Comentario

Lago comenta que esta obra no tiene nada de autobiografía, aunque se nutre de su situación vital: “Como escritor estoy en el punto de convergencia entre la literatura castellana y la norteamericana, la tradición realista española y la experimentalista estadounidense”. Nació “poco a poco, casi como una revelación”, partiendo de un lugar, un bar más o menos recreado, y unos personajes, salidos de las centenares de anotaciones que comenzó a tomar a su llegada a NY.

Según Lago, la novela ganadora es como "una constelación de historias que se cruzan, una historia de amor, amistad y soledad, un canto al misterio y el poder de la palabra escrita".
Sobre el salto a la narrativa, el ganador del Nadal vio que tenía "un mundo dentro de mí al que tenía que dar forma y para ello dediqué los últimos cinco años a escribirla". En ese tiempo, la novela, ha dicho, se convirtió en "una obsesión y ocupó toda mi vida".
Frente a la inexperiencia, como apasionado de la enseñanza, Lago se entregó a un autoaprendizaje de la escritura de la novela y de los problemas técnicos que implica. 'Llámame Brooklyn' llevó a su autor a "muchos lugares en el tiempo y el espacio, entre ellos la Guerra Civil española, esa herida profunda que tenemos todos".

El escritor ha asegurado que "como la literatura se alimenta de obsesiones, aún no he tenido tiempo para pensar cuál será el próximo paso, pero soy consciente de que he escrito esta novela alejado de mi lengua y mi cultura".

El azar, ha añadido, le llevó a Nueva York, y allí ha permanecido, pues posteriormente tuvo oportunidad de hacer un doctorado en la Universidad de Nueva York y, poco después, le ofrecieron trabajo de profesor de literatura en uno de los "college" más prestigiosos, el Sarah Lawrence, pero "echo de menos España y sobre todo, la lengua, y siento una profunda necesidad de volver al mundo hispánico.

Leer

Transcribo este artículo aparecido en el Anuario sobre el libro infantil y juvenil 2007, Madrid, Ediciones SM, 2007 porque me ha resultado muy esclarecedor su análisis acerca de las motivaciones lectoras de los estudiantes, de sus modelos de referencia, del papel del profesorado...
Un estudio monográfico de Felipe Romero Martín, psicólogo educativo, socio-editor de la consultora de investigación socio-cultural y de mercados TCAnalysis.

¡No os resistáis!



UTOPÍAS LECTORAS Y PROMOCIÓN DE LA LECTURA EN LA ESCUELA
Felipe Romero Martín

Leer, libros, plan , promoción. Lectura, LIJ, fomento. Leer es vivir, vivir es leer, libros, Leo Todo, letras, Lee León, lector, cuentos, contados animación, lectura comprensiva, lectura eficaz. Palabras, palabras, palabras, letras, letras, letras...

Tenemos un pequeño mantra, limitado, pero conocido, reiterativo, ya dicho y ya escuchado. La palabra cura, decía Freud, y la palabra "lectura", si nos atenemos a lo que dicen medios, políticos, escritores, editores y profesores, aún más. Por lo menos, tranquiliza. Miles de planes de promoción y animación , en la biblioteca del barrio y desde el Ministerio de Educación. iniciativas en el aula y en el BOE. Globales y locales.

Pero algo no termina de funcionar. El discurso catastrofista sobre el nivel lector y los hábitos lectores de lso niños y adolescentes es un clásico ya. Sobre este discurso catastrofista, sus motivaciones y su función social habría mucho que decir. (...)

- El desempeño de los adolescentes espaloles en el ámbito de las matemáticas (objeto del último informe PISA publicado , con datos de 2003) no es inferior al que les corresponde en relación al PIB español ni al porcentaje de inversión en educación.

- Si nos centramos en el ámbito de la lectura tenemos que ir más atrás (el último estudio es PISA 2000), y allí se señala que, de nuevo, el rendimiento de lso adolescentes españoles es el que corresponde al PIB del país (no se realizan, en los datos a los que hemos tenido acceso de este informe, análisis sobre la relación entre inversión en educación y rendimiento).

No es el objeto de este arículo luchar contra discursos sociales asentados, pero irreales. Así que sigamos centrando el tiro, apuntando hacia la escuela. Si bien la sospecha sobre el origen de esta insuficiencia lectora apunta a multitud de orígenes (las pautas de crianza de niños y adolescentes, la competencia con la oferta multimedia, la desvalorización de los cánones tradicionales...), es la escuela el principal foco de sospecha. Se la acusa, más o menos explícitamente, de ser incapaz de producir hoy alumnos lectores; y mañana, ciudadanos lectores.

De alguna forma, la lectura en la escuela cumple una doble función mítica:

- Es señalada como el gran talón de Aquiles, el punto débil, allí donde fracasa estruendosamente y desde donde nace su debilidad.
- Su consecución, la creación de hábitos lectores, se convierte enla poción mágica que solucionará casi de inmediato la gran mayoría de toros problemas que acompañan a la función escolar. La secuencia viene a ser más o menos así: si sabe leer bien> comprenderán bien> si comprenden bien, estarán motivados y mantendrán el compromiso educativo> lo que implicará mejores aprendizajes y la evitación del fracaso escolar> y, de paso, no realizarán comportamientos disruptivos.

La capacidad lectora determinará, de algún modo, si el alumno entra en un círculo virtuoso o vicioso.

Como todo lo mítico, esta caracterización de la lectura y su función en el aula está más allá de la realidad cotidiana y nos marca una descripción apocalíptica y un horizonte utópico e inalcanzable.

De alguna forma, podríamos hablar de una utopía lectora, en el sentido de la descripción que de la utopía hace Eduardo Galeano: "Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿para qué sirve la utopía? Para eso sirve, para caminar".

Bajando de lo mítico a lo concreto, centremos el objeto del artículo: conocer el modo en que se aborda la actividad lectora y su promoción en la escuela, para desde allí diagnosticar, al cierre del texto, posibles líneas de acercamiento a este horizonte utópico de la lectura escolar.

Este repaso del modo en que queda posicionada la actividad lectora en el sistema educativo tendrá la siguiente estructura:

1. La práctica escolar, entendida como las actividades, actitudes y comportamientos que caracterizan la acción lectora en la escuela.

- El profesor de lengua castellana: ¿quién es?, ¿es lector?, ¿cómo vive su función de promotor de la lectura?, ¿qué criterios utiliza para la selección de lecturas?

- La lectura en el centro: inicicativas, recursos...

- La lectura en el aula: la biblioteca de aula, las actividades alrededor del momento lector...

- Los criterios de selección de lectura.


1. LA PRÁCTICA ESCOLAR EN LA PROMOCIÓN LECTORA

1.1 El profesorado

Empecemos por el principio: describiendo brevemente a quienes la sociedad ha otorgado el rol de transmisores formales del conocimiento y uso de una lengua, a los profesores de lengua castellana y literatura.

a. ¿Quiénes son?

Se trata de una profesión fuertemente feminizada tanto en Primaria como en ESO, cerca del 70% del profesorado de LCyLit son mujeres.

Es también una profesión relativamente "madura": más del 70% tiene más de 40 años y un 40% tiene 50 años y más. Fijándonos en este grupo y asumiendo que se hubiesen incorporado a la enseñanza con 30 años (presumiblemente lo hayan hecho antes), podríamos decir que, como mínimo, el 40% del profesorado de la asignatura dio sus primeros pasos como profesor con el sistema educativo anterior a la LOGSE.

Al igual que en el conjunto de la población española, predomina entre ellos un catolicismo no excesivamente practicante (se declaran católicos practicantes o muy buenos católicos el 26%, católicos no muy practicantes o no practicantes un 47% y bajo el epígrafe ateo-agnóstico-indiferente, cerca de uno de cada cinco). Existen importantes diferencias según la titularidad del centro: en los centros privados religiosos el porcentaje de católicos practicantes o muy buenos católicos sube hasta el 46%, mientras que en los centros públicos es del 20%.


b. El hábito lector del profesorado

Se insiste con frecuencia en la importancia de modelos lectores para niños y adolescentes. Se trata de un principio que acompaña buena parte de las acciones de promoción de la lectura en el entorno familiar, pero podría anticiparse que se trata de un principio válido en el entorno escolar: si los profesores disponen de un hñabito lector asentado, será más posible que ejerzan de modelo favorecedor de cara a sus alumnos.

En este sentido, los datos son concluyentes y reveladores: el profesorado presenta un hábito lector claramente superior al del conjunto de la población española. Así, en la pregunta de "Pensando en su tiempo libre, ¿suele leer libros?", desaparece entre el profesorado la categoría de quienes señalan nunca o casi nunca (que supone casi la mitad de la población general).

Este hábito lector está más afianzado en el profesorado de la ESO, donde la lectura diaria o casi diaria alcanza al 66% de los profesores, frente al 59% en la primaria. Esta diferencia en la frecuencia lectora se traslada al número total de libros leídos a lo largo del añó: 18 de media en ESO, 11 en primaria.


c. La relación con la lectura

Al margen de la frecuencia lectora del profesorado, es de interés conocer el modo en que las actividades relacionadas con la lectura protagonizan su tiempo de ocio y su actividad cotidiana. podemos organizarlas en tres categorías:

- Las relaciones con las visitas de "espacios" literarios (bibliotecas, librerías y conmemoraciones) y la "circulación" de libros ( a través de bibliotecas o con amigos).

- Las que suponen el seguimiento de las novedades editoriales, sea de adultos o infantiles.

- Las que implican que el profesor asuma un rol activo en las producción literaria (participar en talleres o asociaciones o escribir sus propios relatos).

En este sentido, se observa que:

- Los establecimientos "literarios" son espacios de visita habitual. Sin embargo, debemos destacar los siguientes datos:
  • Uno de cada tres profesores de Primaria de lengua castellana no ha visitado una librería en el último año (cerca de uno de cada cuatro en la ESO).
  • Un 40% de los profesores no ha acudido a una biblioteca en el último año (45% en Primaria).
De alguna forma, los espacios del libro son distantes para una buena parte del profesorado que, a priori debe precisamente fomentar el acercamiento del alumnado a esos mínimos espacios.

- El seguimiento de novedades editoriales resulta ligeramente superior al 50%, siendo una fuente más habitual las propias editoriales que los medios de comunicación. Viendo el vaso medio vacío, cerca de la mitad del profesorado no realiza un seguimiento de las novedades editoriales dirigidas a su alumnado por medios ajenos a las editoriales.

- Existe un porcentaje de profesorado, entre el 15% y el 20%, que ha adoptado un rol activo en relación a la literatura, participando en talleres o redactando sus propios textos.

- En la práctica totalidad de actividades se observa:

  • Una mayor implicación por parte del profesorado de las comunidades bilingües, sobre todo, en los aspectos relacionados con el seguimiento de iniciativas editoriales y la creación de contenidos.
  • Una participación algo mayor por parte del profesorado de la ESO, equilibrándose practicamente cuando hacemos referencia al seguimiento de novedades editoriales dirigidas a niños y jóvenes.

d. La actitud ante la promoción de la lectura

Sigamos atendiendo al profesor como responsable de la promoción d ela lectura en la escuela. ¿Cuál es su vivencia repecto a este rol? Analizamos esta cuestión desde cuatro perspectivas:

- ¿Qué objetivos entiende que han de de obtenerse a través de la promoción de la lectura?

- ¿A quién atribuye la responsabilidad de los resultados de sus alumnos en relación con la lectura?

- ¿Qué resultados cree obtener?

- ¿Qué estrategias reconoce como válidas?

Al analizar los objetivos que el profesor asume como viables a través de la lectura, observamos una aceptación, en mayor o menor grado, de casi cualquier objetivo. Dicho de otro modo, se acepta el modelo de la lectura de poción mágica que permitirá la mejora tanto de la creatividad y la imaginación como del manejo del propio lenguaje. Tan asentado se encuentra el modelo que la funcionalidad atribuida a la lectura se entien del mismo modo entre profesores de ventros públicos y privados, de Primaria y de ESO...

Dentro de este modelo de "poción mágica", parecen dar igual los componentes que se echen a la marmita ("lo importante es que tengan el hábito de lectura, no importa la calidad de lo que lean"). Lo decisivo es crear el hábito lector, aunque la calidad llegue después.

Un inidcador habitual en Psicología Social sobre el grado de compormiso con un rol es la atribución: si es interna (se hace cargo uno mismo del resultado de una actuación) o si es externa (lo que ocurre es responsabilidad de otros).. A más atribución interna, más compromiso con el rol. A más atribución externa, menos voluntad de actuar sobre los hechos. En este sentido, una primera lectura de los datos nos muestra lo siguiente:

  • El profesoreado tiende a verse rodeado de frenos y dificultades para llevar a cabo su labor: el entorno del alumnado, la diversidad de niveles en una misma aula y el nivel lector con el que llegan los alumnos (este último con más fuerza en la ESO) aparecen como poderosas barreras.
  • Sin embargo, queda espacio para la esperanza: el profeosr entiende que con un adecuado trabajo en el aula pueden obtenerse alumnos lectores al margen de estos inconvenientes.

Forzando un poco el imaginario, podríamos ver a un profesor luchando valerosamente rodeado de dragones amenazantes (diversidad, entorno familiar y socia, insuficientes aprendizajes lectores en etapas anteriores...) portando entre llamas el tesoro de la esperanza lectora... y saliendo triunfante... Pese a estas dificultades vemos que:

  • El profesorado tiende a mostrar unaimagen moderadamente positiva de sus logros (más del 60% afirma lograr grupos de alumnos aficionados por la lectura), siendo significativamente mayor esta sensación de relativo éxito en Primaria (66%) que en ESO (51%).
  • Sin embargo, no podemos olvidarnos de los caídos en la lucha": un 15% de los profesores que "arrojan la toalla" sobre la viabilidad de conseguir hábito lector entre sus alumnos.